miércoles, 6 de octubre de 2010

Delirius tremus

Putrefacción de palabras clichés, de avisos y desusos. Discursos vacíos o saturados que no sirven más que para romper silencios. Es hora de explotar conscientes. De perder el miedo a la incomodidad de lo nuevo. De arriesgar y a fuerza de porrazos enfrentar al viento. Y que los ojos nos lloren de frío en la cara y nos duela el cuerpo de reír miserias. Y otra vez la repetición viciosa . Me revientan las palabras , las letras. No es capricho es que la estaticidad pesa gravedad. Ya la regresión se infinitiza y martiriza. No hay nada contra la imaginación solo que la materialidad es necesaria . Y no te mientas, no quieras conformarme. El acompañamiento es necesario, son tus decisiones y no me incluyas. No es inevitable. Le esquivo al mal trago y a la quietud . Y que hay con los constantes re-inicios? Pues si no te gustan no te presiono pero me sientan mejor que la pasividad atómica. No te culpo, son solo formas distintas de ver lo mismo. Y si, puedo equivocarme no huelo a arrogancia solo a vino y a jazmín y a deseo. Era hora, siempre ansiando una vuelta de tuerca. Es que desaparecen los tornillos y que más da. No importan cuantas vueltas les demos.